“Rope”,
en México, “La soga” en España; en Argentina, “Festín
diabólico”. Primera película en color dirigida por Alfred
Hitchcock, 1948. Adaptación de la obra de teatro “Rope”, escrita
por Patrick Hamilton en 1929. Tiene grandes similitudes con la muerte
real de Bobby Franks a manos de Nathan Freudenthal Leopold, Jr. y de
Richard A. Loeb en 1924.
Aunque
el argumento no tiene como centro la temática homosexual, se trata
de un film donde la insinuación de ella lo impregna todo. Una pareja
de jóvenes que viven juntos en un lujoso ático de Nueva York,
Brandon (John Dall) y Philip (Farley Granger) cometen el crimen
perfecto. Comparten la teoría de que existen seres superiores en
inteligencia que estarían en pleno derecho para asesinar a
individuos inferiores, de clara inspiración en “el super hombre”
de Nietzsche. En este contexto se desenvuelve la relación homosexual
entre los dos protagonistas. Gestos, conversaciones y evidencias
imposibles de pasar por alto.
Para
ejemplo un botón. En los primeros minutos de la película la joven
pareja lleva a cabo su crimen, más parece que acaben de compartir un
orgasmo. Los jadeos, los suspiros, ese implícito “no enciendas
la luz, quedémonos así un poco más,” y el cigarrillo final
que se enciende uno de los protagonistas... ¡Ah! ¡Qué delicioso
momento slash!