Si tu negocio se llama CAFETERÍA es lógico pensar que el público
acuda allí a tomar café. El café acostumbra a tomarse después del almuerzo, es
decir, de 15 a 17 horas aproximadamente. Por lógica, siendo el dueño del
negocio, deberías esperar una afluencia de clientes dentro de esa banda horaria
y así prever una buena atención a la clientela designando a dicho turno al
menos a dos personas de tu plantilla.
Pues esta lógica debe fallar en algún
punto cuando dejas al cargo a una sola persona desde las tres hasta las cinco
de la tarde con lo que ir a tomar café a un conocido local de la Rambla
Federico García Lorca, situado privilegiadamente en pleno centro de Cáustica
Town, con una confortable terraza donde poder disfrutar de un ratito de sol y
un pitillito si apetece y se acostumbra, se convierte en una experiencia incómoda
al someter tanto al cliente como al único empleado de turno al estrés de “cuando
puedas un café” y “cuando puedas la cuenta por favor”. ¿Y por qué no “cuando
puedas echa cabeza, empresario despreocupado ajeno a las necesidades de tu
negocio…”?
Parafraseando a Federico Trillo yo te espeto, empresario,
un sonoro “manda huevos”.
3 comentarios:
vivir pa ver!!!!
ah, y cuando puedas, un cortado con leche fria en taza...
Meennnnncantaaaaaaaa!!!!!!!!
=D
sin duda te seguiré, aunque yo no tenga una Tardis ;P
Bienvenidas a Cáustica Town, Bel y Steffi. Sobre el café ya te invitaré a uno en el curro que sale muy baratito, jajaja.
Y aclarar que no hace falta tener una T.A.R.D.I.S. para seguir el blog, no me pongas escusas.
Un abrazo a las dos.
Publicar un comentario